A nivel global las normas ambientales han incrementado la lista de compuestos a eliminarse de efluentes de sistemas de tratamiento de agua y de desagües pluviales y en acuíferos. En la actualidad existen estudios científicos enfocados a identificar los efectos que substancias químicas muy específicas tienen sobre el cuerpo humano y ecosistemas.
Algunos ejemplos incluyen substancias que se originan de desagües municipales o efluentes de industrias de los alimentos, farmacéutica, y metalúrgica. Estas substancias incluyen compuestos cancerígenos y irruptores endocrinos como los percloratos, chromo hexavalente, nitratos, MtBE, que actualmente están impactando las fuentes de agua superficial y acuíferos.
Debido a las tendencias actuales en investigación, confirma que en un futuro, seguirán las normas ambientales regirán las concentraciones de otros compuestos en el agua (farmacéuticos, productos de cuidado personal, irruptores endocrinos, retardantes de fuego brominados, patógenos, microorganismos resistentes a los fármacos, nano-materiales y substancias derivadas de los alimentos como la cafeína.
Actualmente, existe un número de empresas que entienden la necesidad de identificar los problemas potenciales asociados con los contaminantes emergentes y que pueden existir en sus operaciones actuales, o en operaciones que desean adquirir.
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